La informática se ha convertido en una materia cada vez más popular en las aulas de todo el mundo, y la industria y la educación entienden la gran necesidad de una fuerza de trabajo con conocimientos digitales.
La forma en que se enseña la asignatura, así como las características específicas del plan de estudios, cambiará de nación a nación, pero los aspectos fundamentales de la informática, tanto para comprender los conceptos como para dominar las aplicaciones prácticas de su uso, siguen siendo los mismos .
Las preocupaciones de los docentes sobre el tema también pueden ser muy similares, sin importar dónde se encuentren. Por ejemplo, pueden tener dificultades con la mejor forma de involucrar a sus alumnos, o cómo ayudarlos a desarrollar las habilidades del siglo XXI que se necesitan en el mercado laboral moderno.
Una encuesta encargada por Computing at School (CAS) y Microsoft en 2015 revela que dos tercios de los docentes del Reino Unido creen que sus alumnos saben más sobre informática que ellos, lo que inevitablemente los pone ansiosos por impartir el tema.
La pregunta principal es: ¿cómo podemos mostrar a los alumnos jóvenes que los aspectos teóricos de la informática tienen aplicaciones interesantes en la vida real? ¿Cómo damos vida al tema y entusiasmamos a los alumnos con la codificación del mundo del siglo XXI?
Piensa fuera de la casilla
Debido a que las escuelas enfrentan demandas crecientes para aumentar los logros y demostrar los resultados, es comprensible que enfaticen la importancia de los resultados de los exámenes. El peligro inherente en esto es que se vuelven susceptibles a un enfoque de “casilla de verificación”, por el cual se espera que los maestros simplemente llenen las cabezas de los niños con conocimiento y hechos para que puedan aprobar sus exámenes.
Esto limita el potencial de creatividad e innovación en el aula, lo que a su vez dificulta el logro. Para inspirar un entendimiento y entusiasmo real en la informática, necesitamos pensar fuera de la casilla, para que los alumnos tengan la suficiente confianza para rendir los exámenes, pero también hayan aprendido habilidades valiosas que los llevarán más allá de estas pruebas.
La exploración creativa y la investigación activa son esenciales en este proceso. Se les debe permitir a los alumnos profundizar en el tema a su manera, aprendiendo cómo resolver problemas y diseñar soluciones únicas. Esto no solo fortalece la comprensión sino que también desarrolla habilidades tales como la resolución de problemas.
Solo se necesita una buena idea para resolver algunos de los problemas más críticos del mundo, y esas ideas pueden ocultarse en la mente de los alumnos de hoy. Depende de nosotros como maestros y padres ayudar a desbloquear este potencial.
Raya creativa
Cuando se trata de enseñar a los alumnos las habilidades que necesitarán en roles futuros, algunos de los cuales ni siquiera se han inventado todavía, tenemos que ir más allá del currículo tradicional. Sacar al sujeto de los libros y llevarlo al mundo real es clave. Por ejemplo, podría pedirles a los alumnos que imaginen que son científicos que intentan programar un rover que capture imágenes de la superficie de otro planeta. Tendrían que ser capaces de enseñarle al rover a seguir un camino específico y evitar obstáculos.
El aprendizaje práctico ayuda a los alumnos a participar de manera más efectiva y les da la oportunidad de ver las aplicaciones prácticas de las ideas, haciendo que los conceptos abstractos sean tangibles. Muchos recursos ayudan a los maestros a ofrecer lecciones de computación verdaderamente inspiradoras, y vuelven a poner el aprendizaje en manos de los alumnos. Por ejemplo, los juegos LEGO® Education WeDo 2.0 y MINDSTORMS® Education EV3 le dan a los alumnos la libertad de tomar una actividad y hacerla suya.
Estos juegos de ladrillos LEGO, sensores, motores y software especial permiten a los alumnos construir sus propias creaciones de robótica, utilizando código para darles vida. Ver cómo sus ideas toman forma en el mundo real les da a los alumnos una comprensión profunda de los conceptos básicos de computación, tecnología de diseño, cálculos matemáticos e investigación científica, todo lo cual aumenta su compromiso, confianza y logros.
Trabajen juntos, triunfen juntos
Aunque una comprensión sólida de los conceptos y aplicaciones prácticas de la informática es esencial, muchas otras habilidades asociadas contribuyen a la efectividad de la codificación en el mundo real. También tenemos que considerar la resiliencia, la comunicación y la colaboración, ya que sin duda serán importantes en las futuras carreras de nuestros alumnos.
Trabajar en grupos durante las clases es un gran punto de partida. Brinda a los alumnos la oportunidad de desarrollar sus habilidades de comunicación y les ayuda a comprender sus puntos fuertes y débiles con mayor detalle. Por ejemplo, un alumno del grupo puede dominar la programación, mientras que otro puede tener una mayor comprensión de cómo encajan las cosas y un talento para la ingeniería. Conseguir que estos alumnos con múltiples talentos trabajen juntos en una tarea abierta (al igual que los incluidos en WeDo 2.0) les dará la oportunidad de aprender y cultivar sus habilidades mientras aprenden de los demás.
La resiliencia, o la capacidad de perseverar cuando las cosas van mal, se fomenta a través de la curiosidad. Al impulsar su propio aprendizaje, los alumnos podrán considerar sus ideas, probarlas y ver qué sucede. Si una idea no funciona la primera vez, pueden examinar la codificación y el diseño para identificar el problema y volver a intentarlo.
Tenemos que empezar a decirles a los alumnos que no es malo fallar, siempre que puedan aprender de ello. En informática, esto es especialmente importante cuando se trata de depurar códigos y averiguar por qué ha fallado un programa o cómo se puede modificar para llevar a cabo con éxito la acción requerida. Una buena lección de informática respalda estos reveses y les da a los alumnos el espacio para equivocarse y volver a intentarlo; esto les ayuda a desarrollar estrategias para enfrentar el fracaso.
Éxito en la realización
Todos sabemos que cuando los alumnos participan realmente, aprenden mejor y aprenden más, creando un banco de conocimientos y las habilidades para implementarlo. Necesitamos salir del tic-box y leer libros y hojas todo el tiempo, y emplear un enfoque práctico para la enseñanza de la codificación.
Al colocar la informática en un contexto de la vida real, los alumnos verán los beneficios prácticos del tema y podrán obtener un interés duradero en él. Puede tener el próximo Bill Gates o Ada Lovelace en su clase hoy y puede darles todas las oportunidades para explorar su destino, lo que les permite desarrollar las habilidades del siglo XXI que necesitarán para tener éxito.
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